Después de quince años sin que las aguas tinerfeñas acojan una prueba del Campeonato del Mundo de Windsurf, el próximo mes de julio las playas de El Cabezo en la localidad sureña de El Médano serán el escenario de la segunda prueba del campeonato en la modalidad de olas. Todo gracias al esfuerzo del club local de windsurf Daniel Bruch. Precisamente el windsurfista que nació en Alemania, que vivió 8 años el Liberia y que lleva 22 años en El Médano será una de las bazas españolas que opten al triunfo final ya que, actualmente, ocupa el quinto puesto en el ranking mundial.
- A menos de un mes para que comience el campeonato del mundo, ¿cómo lleva la preparación?
- Pues bastante bien la verdad. Llevo mejor la preparación física fuera del agua que dentro de ella, ya que no hemos tenido mucho viento estos últimos meses. Aunque parece que ya los alisios están volviendo poco a poco.
- ¿Desde cuándo comenzó a prepararse más en serio? O un windsurfista siempre está preparado para lo que venga…
- La verdad es que siempre estamos en alerta. Estamos siempre pendientes de las previsiones de viento y olas y en cuanto sopla, ahí estamos. Está claro que antes de la temporada los entrenamientos son más intensos. Tengo un entrenador, Darío José Dorta, del centro de entrenamiento y nutrición CINDE Tenerife, que me está apretando mucho. Lo cierto es que Darío me ha ayudado mucho y sobre todo este año, que empecé con una rotura del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda. Fue una auténtica faena pero gracias a todo su esfuerzo y a muchas horas de entrenamiento, ya estoy al cien por cien.
- Y la segunda prueba será en El Médano, ¿da ventaja competir en casa?
- Sí, mucha la verdad. Conocerse las rocas, las olas y el viento, entre otros aspectos, es muy ventajoso. Esperamos aprovechar todos esos factores.
- ¿Qué tiene El Médano para que sea tan atractiva para los windsurfistas?
- El Médano ofrece muchas cosas. Aparte de tener unas condiciones de un nivel mundial, para alguien que viene de fuera a navegar, sólo necesita buscarse alojamiento, ya que todo lo demás está en el pueblo. En muchos otros lugares del mundo, si hay buenas condiciones para la práctica del windsurf, no hay nada más alrededor. El Médano lo tiene todo.
- Técnicamente, en cuanto a las olas y el viento, ¿qué nos puede decir?
- Los vientos son fuertes, entre fuerza 5 y 8 side-onshore de la izquierda, con olas de hasta 4 metros. Son condiciones perfectas para saltos muy altos y espectaculares. No tiene nada que envidiar a ningún otro lugar del mundo.
- Ya estuviste a punto de competir en la última vez que el PWA World Tour arribó a El Médano en 1996, ¿no?
- Sí, fue el primer Campeonato del Mundo en el que me inscribí pero, desgraciadamente, no hubo mucho viento ese año y no llegué a competir.
- ¿Se puede aspirar a lograr el campeonato mundial este año?
- Cuando empieza la competición siempre piensas que hay posibilidades. A ver cómo sale todo.
- ¿Qué diferencia hay entre la modalidad de olas con respecto a las otras 2 del Mundial?
- La modalidad de olas es la categoría reina del windsurf. Se realizan grandes saltos y surfeadas y es muy bonito de ver. Aunque las otras dos también son muy atractivas para seguir. En el slalom se trazan recorridos con boyas en el mar y se hacen carreras entre los competidores en estilo libre: es más bien para condiciones de viento flojo con aguas planas, aunque también se puede realizar con olas.
- ¿Qué significa el windsurf para usted? Forma de vida o profesión, ¿cómo llega uno a este mundo y desde cuándo es profesional?
- El windsurf es, antes que nada, una forma de vida. Llegué a este mundo gracias al surfing y a un amigo de este entorno, Peter Huhn, que tenía la famosa tienda "Surfshop L.A." en Playa de Las Américas. Él sabía que me iba a enganchar y así fue: no tardé ni un día para necesitar repetir. Empecé a navegar día tras día y en poco tiempo había adquirido un nivel muy bueno, por lo que las tiendas que me apoyaban en ese momento, como D'light y Cabezo Surf Shop, me empujaron para empezar a competir. El mismo año que empecé, con 16 años, terminé como campeón de España Junior. Al año siguiente quedé subcampeón de España Sénior, siendo aún Junior y campeón del Mundo Junior en tablas de producción. Comencé a competir a nivel mundial, pero con 20 años tuve un giro inesperado en la vida y tuve que empezar a trabajar en la empresa de mi padre. Después de 5 años con tiempo sólo para navegar los fines de semana, competí en el mundial de Pozo Izquierdo y eliminé al que era el número 1 en ese momento del ranking de la PWA. Esto me dio mucho que pensar, necesitaba un cambio en mi vida y tomé la decisión de volver a apostar por mí y volver a intentarlo como windsurfista profesional. Fue muy duro empezar de cero con 25 años, ya que los apoyos son mucho más difícil de conseguir que cuando era más joven. El segundo año de mi regreso terminé tercero en el mundial de Pozo Izquierdo y de ahí todo fue en adelante. Terminé 7º ese año del ranking general de la PWA, 11º el año siguiente y soy 5º del mundo actualmente, empatado a puntos con el 4º. Aún me quedan un par de buenos años de navegación a nivel mundial y estoy muy feliz de haber cambiado mi vida hace 5 años. Me considero afortunado por poder vivir de lo que me gusta hacer. Tengo muchos más proyectos, aparte del de traer el mundial de vuelta a Tenerife para los próximos años. Mi mayor ilusión sería ver en un par de años una cantera tinerfeña que pueda participar en el Campeonato del Mundo.
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